Todas las pieles, ya procedan de la naturaleza o de granjas peleteras, deben proceder de fuentes responsables.
Si proceden de granjas peleteras, el proveedor debe disponer de una acreditación reconocida por la UE que pueda identificar
La granja de la que procede la piel.
Un alto nivel de condiciones de cría de los animales.
Un alto nivel de higiene en la granja.
Pruebas de una sólida gestión de la alimentación y del medio ambiente.
La acreditación debe proceder de las autoridades locales y nacionales del país de origen.
Todas las prendas que contengan pieles deben llevar etiquetas que demuestren la certificación.
Siempre que sea posible (por ejemplo, la piel de conejo), debe ser un subproducto de la industria alimentaria.
Si las pieles proceden de animales salvajes, sólo deben obtenerse a través de tramperos regulados.
Nunca se deben obtener pieles de especies amenazadas o en peligro de extinción.
¿Ha sido útil esta respuesta? Sí No
Did you find it helpful? Yes No
